martes, 10 de mayo de 2011

Fringe- Festival de Teatro de Edinburgo

Hamlet, the end of a Childhood
23/08/2010 The Zoo, Fringe Festival, Edinburgh

“Hamlet, the end of a Childhood” es la excusa con la que Ned Grujic –director y dramaturgo-, carga sobre los hombros de Thomas Marceul el dramón shakesperiano al completo. Un solo actor para una obra maestra. Si ya de por sí el papel de Hamlet supone un reto para cualquiera, acarrear con la obra al completo es todo un desafío a las fuerzas de la naturaleza. ¿Qué cómo se consigue salir airoso de tal desafío? Como de casi todo en esta vida, jugando. La tragedia de Shakespeare es transportada al cuarto de un niño que, afectado por la partida de su padre y la pronta sustitución de éste que hace su madre, lo llevan a transformar su habitación en el escenario de juego de un Hamlet donde las almohadas harán las veces del rey y la reina, un cojín hará las veces de Polonio, Ofelia simplemente un abanico rojo, el sediento de venganza Laertes un guante ajado, los soldados unos actionman y Horacio, no podía ser de otra manera, fiel amigo en forma de osito de peluche. Una actuación intachable la que Thomas lleva a cabo, suda y hace disfrutar al público. Toda una demostración de cómo se puede jugar con los clásicos y cargar todo su peso sobre los hombros de un solo hombre.

The Dusty Limits
23/08/2010 The Famous Spiegeltent, Fringe Festival, Edinburgh

Sin saber muy bien cómo acabo en el Famous Spiegeltent –la carpa circense del Fringe-, viendo a the Picture of Dusty Limits. Me encuentro de repente sentada en un teatro-bar con tres personas más compartiendo mesa a la espera de un espectáculo de cabaret y variedades. El cantante-performer Dorian Black bien sabe llevarse al público al bolsillo con su primera aparición. Canta clásicos, cambia la letra de algunas canciones haciendo que el público estalle en carcajadas. Seductor a más no poder, de sexualidad ambigua. Qué digo ambigua, ambivalente, seduciendo a hombres y mujeres a partes iguales. Buena voz y carisma hacen que babeemos a sus pies. Después de esto ya sólo puedes querer que tu vida sea un vodevil. Oh, sí, mamá, quiero ser cabaretera.

The Invisible Atom
23/08/2010 Hill Street Theatre, Fringe Festival, Edinburgh
Una sala pequeña, apenas un metro cuadrado para actuar, pero que sirve para tanto… “The Invisible Atom” es una extraña historia sobre un joven de éxito que tendrá que afrontar problemas conforme vaya creciendo. El único actor en escena hará de dicho joven, pero también de su jefe, su mujer, su padre e incluso su hija en brazos. Sus dedos son sueños, marionetas que escenifican una escena irreal en la que, sin embargo, creemos. Una muestra brillante de interpretación al desnudo. Carne y sudor en estado puro. Teatro.

The inconsiderate aberrations of Billy the Kid
23/08/2010 Bedlam Theatre, Fringe Festival, Edinburgh

El Fringe es estar en un teatro y hablar sobre el festival con la gente que vas encontrando. Qué has visto, qué recomiendas. De repente estás montada en un taxi rumbo al Bedlam Theatre, iglesia reconstruida en teatro para la ocasión. Así llegamos a estas inconsideradas aberraciones de Billy the kid. Una ópera rock de risa y absurdo desenfrenados. El asesinato de su propia madre, el cadáver de la misma como marioneta, la repartidora de pizzas que llega una noche y se queda ara siempre, lesbianas feministas, penes gigantes, un feto que fue abortado pero que recuerda la canción de los Beatles que aprendió en el seno materno. Todo esto y rock ruidoso, y caspa, humor absurdo (que no fácil), grosero incluso a veces, políticamente incorrecto casi todo el tiempo. Pero es que en el Fringe –y en la vida- no hay que tomarse nada demasiado en serio. ¿Demasiado he dicho? Más bien, nada. The Inconsiderate aberrations of Billy the Kid no dejan títere con cabeza.

Kafka and Son
24/08/2010 Bedlam Theatre, Fringe Festival, Edinburgh
Asombrosa aproximación a la relación de Kafka con su padre. Tensión, miedo, frustración, todos los sentimientos que un hijo puede experimentar para temer a su padre. En forma carta, Kafka conversa consigo mismo y nos muestra todas las razones por las cuales odia a su padre. Escenario negro, actor en traje de twid pero descalzo, plumas negras, jaulas, un somier ajado, rejas, más y más plumas negras, sombras. Un Kafka al desnudo con tanta profundidad como sus escritos.

Do we look like refugees?!
24/08/2010 Assembly @ George Street, Fringe Festival, Edinburgh
“Do we look like refugees” pone en escena las confesiones de unos georgianos tras la invasión rusa de su país. Lo primero que llama la atención del espectador son los auriculares que todos los actores llevan puestos y en los que se puede apreciar que están escuchando algo. Esto pronto se ve justificado en escena, cuando los actores dicen que escuchan testimonios reales de inmigrantes georgianos que grabaron para reproducir los testimonios tal y como sucedieron, lo cual hace que la obra pase de ser simpática a tratarse de un interesante experimento en el que se lleva al escenario una situación supuestamente real al pie de la letra. Pese a estar interpretada casi en su totalidad en georgiano, se nota a la legua que la interpretación es fresca, alegre al igual que alegres son los personajes pese a lo nefasto de la situación.

Shakespeare for Breakfast
25/08/2010 C Theatre, Fringe Festival, Edinburgh
Yo fui por los cruasanes.
He de reconocer que yo fui tentada por la idea de desayunar delante de un Shakespeare. Café o té a la entrada y un cruasán esperando en la butaca daban la bienvenida a “Shakespeare for Breakfast”. Si bien podría haber tenido cualquier otro título de no haber sido por la hora del espectáculo –las diez de la mañana-, y el aliciente de los cruasanes y el café (reclamo que por cierto funciona a esa hora de la mañana), “Shakespeare for Breakfast” es básicamente una revisión de “King Lear” llevado a los platós de televisión de programas ingleses y mezclado con versiones de canciones pop para dar cuerpo a un King Lear fresco, renovado, más burlón que de costumbre y, cómo no, matutino.

The love of a clown
25/08/2010 C Soco, Fringe Festival, Edinburgh
Un payaso ya jubilado a sus 40 años, antes de que “the joke is old”, nos cuenta algunas de los hechos más importantes de su vida. Cómo la viuda que esperaba cada noche la llegada de su marido en la misma mesa del mismo bar de París le preguntó un día si había estado alguna vez enamorado y le dijo que esperase dándole una flor, porque el amor es una flor fragante y pequeña. Cómo ese caballero que nunca hablaba pero que siempre iba acompañado por alguna jovencita le dejó en herencia a Michel, su perro, en agradecimiento por un espectáculo callejero que el payaso había creado especialmente para él. Cómo entró a trabajar en el Gran Circo, pero sobre todo cómo se enamoró de la trapecista recién llegada de Rusia. Él le dejaba una rosa en el trapecio atada con un lazo rojo cada noche cuando ella se disponía a ensayar. Cómo él la observaba escondido, cómo ella se volvió hacia él una de esas noches y así comenzaron a amarse. Cómo cuando por un error en la pista ella cayó del trapecio y pese a que sobrevivió a la caída no pudo ya volar nunca más. Cómo un día ella le pregunto si se iría con ella a otro lugar lejos del circo porque ya no podía vivir allí. Y él dijo que sí pero aún así ella se desvaneció. Cómo aún él la busca por cada calle de París, cómo sabe que su risa no es ninguna de las risas que ya no escucha. Cómo él eligió el amor. Pobre payaso roto.

As You Like It (Como Gustéis)

Espectáculo: As You Like It (Como gustéis)
Compañía: Royal Shakespeare Company
Dramaturgo: William Shakespeare
Lugar: Courtyard Theatre, Stratford-Upon-Avon
Fecha: 12/08/2010
Dirección: Michael Boyd
Reparto: Charles Aitken, Peter Peverley, Jonjo O´Neil, Peter Shorey, Peter Peverley, Sandy Neilson, Mariah Gale, Katy Stephens, Richard Katz, Ansu Kabia, David Carr, Debbie Korley, Clarence Smith, Dharmesh Patel, James Howard, Formes Masson, Geoffrey Freshwater, James Tucker, Sophie Russel, James Traherne, Christine Entwisle, Dyfan Dwyfor.


Pese a que las obras del archiconocido dramaturgo inglés sean hoy día interpretados a lo largo y ancho del planeta, Inglaterra sigue siendo, sin duda, el lugar de referencia en lo que a puestas en escena de Shakespeare se refiere. Decenas de compañías llevan un año tras otro sus obras a escena, pero si cabe destacar una esa será la Royal Shakespeare Company.

Como Gustéis nos cuenta la historia de Rosalind, quien repudiada por su tío el usurpador duque Frederik, se refugia en el bosque disfrazada de muchacho y haciéndose llamar Ganímedes. Rosalind, bajo la apariencia de Ganímedes, encuentra en el bosque a su amado Orlando y pone a prueba su amor. El que se trate una comedia ya indica que, como buena pieza shakesperiana, acabará en boda y risas.

Como la compañía misma señalan, se trata de un montaje más oscuro que el que propone la obra de Shakespeare. Un escenario mudo, color crema, vacío, de luces tenues bajo las que se desarrolla la historia. Eso sí, un espacio perfecto para que tengan lugar las confusiones, las risas y las breves piezas musicales –melancólicas y de amor- que colorean la obra.

Rosalind, interpretada por Katy Stepehens, consigue cautivar al público con su marcada feminidad cuando interpreta a Rosalind y su pretendida masculinidad cuando hace las veces de Ganímedes. Por su parte, las escenas de pastores en el bosque hacen las delicias de una audiencia que ha acudido al teatro para ver precisamente eso, comedia.


Pese a tratarse de una producción muy correcta, incluso podríamos decir que simpática, hay algo en la obra que no se alcanza. No roza lo sublime, aunque lo ve de lejos e incluso lo pretende cuando aparecen en escena algunas de las frases más míticas de esta obra, como la de “"All the world's a stage,/ And all the men and women merely players;” (El mundo es un gran teatro/ y los hombres y mujeres solo actores), quizá el símil inglés al discurso de Segismundo; o la cita que Shakespeare toma prestada de Marlowe “Who ever loved, that loved not at first sight? “ (“Quién ha amado ha amado a primera vista”). En definitiva, se trata de un clásico interpretado por los expertos en ese clásico. Aunque no roce el cielo es innegable la corrección.

11 & 12

Espectáculo: 11 & 12
Compañía: Théatre des Bouffes du Nord
Lugar: Barbican Centre, Londres
Fecha: 17 Febrero 2010
Dirección: Peter Brook


Qué decir de “11 & 12”, el último espectáculo de Peter Brook. Supongo que al tratarse de mi primera obra de tan renombrado director me es difícil ser imparcial, e imposible comparar con otros trabajos suyos, de modo que adivino que esto más que una crítica va a ser un repaso estudiantil de la teoría y práctica de Brook. Si algo me ha gustado de “11 & 12” es que he descubierto que es posible, que todo aquello que estudié sobre él no es palabrería, él lo hace. Brook planta en escena su “escenario vacío” y lo llena de varones de diferentes nacionalidades, distintos acentos, distintos colores, que interpretan cualquier papel posible con la naturalidad y maestría del buen actor. Stanislavski perfectamente aplicado en la interpretación y un poco de Brech y su distanciamiento en el espectáculo. La obra era conducida por el actor principal, quien tan pronto narraba su propia historia directamente al público como participaba de la acción en escena. La historia, tan simple que nadie diría que se pudiese hacer una obra de ella, versaba sobre la discusión sobre si cierto rezo debía ser repetido 11 ó 12 veces. No obstante, el argumento iba más allá, tratando temas como el colonialismo francés en África, la violencia y la verdadera tolerancia.

La música en directo y una mezcla de colores un tanto extraña, aunque acertada, creaban la estética cálida, acogedora e inmensa de la escena. La obra acabó de forma inesperada, creando un silencio en el público que duró algo más de dos minutos. Dos minutos de perplejidad, dos minutos de no saber qué había pasado exactamente, si eso era el final o si los actores volverían a aparecer en la escena todavía iluminada. Dos minutos de recogimiento, de expectación ante lo que había pasado. Los aplausos estallaron al poco, no demasiado entusiastas, no demasiado largos. Puedo asegurar que no ha sido la mejor obra de mi vida, desde luego, pero quizá sí una de las llamémoslas “experiencias teatrales” más importantes. Ver la teoría puesta en práctica sin excesiva traición es causa de admiración, y si el efecto en la audiencia es el que el director desea, en ese caso uno no tiene más que quitarse el sombrero, fuera o no una gran obra, la maestría de su dirección y el equipo de des Bouffes du Nord es innegable.

4.48 Psichosis

Espectáculo: 4.48 Psychosis
Dramaturgo: Sarah Kane
Compañía: TR Warszawa
Lugar: Barbican Centre, Londres
Fecha: 24/3/2010
Dirección: Grzegprz Karzyna
Reparto: Magdalena Cieleka, Katarzyna Herman, Mariusz Benoit, Fafal Mackowiak, Janusz Chabior, Teresa Owczynnikow.


4.48 a.m. is when the will t olive is at its lowest ebb. (A las 4.48 de la mañana es cuando la voluntad de vivir se encuentra en su punto más bajo) Esta es la justificación que su autora, Sarah Kane, da al título de la obra. En esta representación de 4.48 Psychosys el público se enfrenta-casi literalmente debido a la violencia de la escena-, al sufrimiento aterrador de la protagonista de en mitad de un episodio psicosis. A lo largo de la obra, la protagonista se encuentra con una serie de personajes que intentan hacerla razonar sin fruto alguno. Su amante femenina, un amigo cercano, un doctor y una ajada paciente son los, más que personajes, “figuras” que intentan interactuar con su locura. Pero las palabras raciocinio poco tienen que ver con el discurso de ella, hecho de prosa poética con forma cíclica.
“Ámame” o “que os jodan a todos” son las palabras más repetidas por ella a lo largo de la obra, dichas, eso sí, en polaco, al que ha sido traducida la obra para esta versión y que se traduce al inglés en subtítulos en pantallas colocadas sobre la escena. Mucho podría decirse del uso de subtítulos en el teatro, sobre todo cuando no se trata de un clásico conocido por el público, centrándonos en esta representación, si bien es cierto que hacen que el espectador pierda parte de la concentración en la escena, también es cierto que el que se represente en polaco hace que cobre quizá más fuerza debido a la sonoridad de dicha lengua. No obstante, probablemente la mejor escena de la obra es aquella en la que los subtítulos desaparecen, haciendo que el público se enfrente desprotegido a las palabras de locura de una loca cuya lengua no entienden.
Si algo cabe que destacar de esta puesta en escena, son las imágenes conseguidas mediante la escenografía y la iluminación. Fotografías perfectas en las que los actores parecen estar a mitad de camino entre la actuación y la performance, imágenes que bien caben en un teatro pero que parecen haber escapado de una galería de arte contemporáneo. El uso de números proyectados en las paredes, voces en off que parecen a veces luchar contra la protagonista, a veces numerar y clasificar los acontecimientos, ayudan a incrementar esa sensación.
Una representación mórbida de una obra no menos mórbida. Quizá las masturbaciones en escena se quedan lejos de conseguir el efecto escandalizador que pretenden, pero el derramamiento de sangre de las muñecas de la protagonista, su desfallecimiento contra los muros o el toqueteo al cuerpo de una niña sin duda consiguen remover las tripas del más insensible de los espectadores.

Macbeth

Espectáculo: Macbeth
Compañía: Cheek by Jowl
Dramaturgo: Shakespeare
Lugar: Theatre Royal, Brighton
Fecha: 15/5/2010
Dirección: Declan Donnellan
Diseño: Nick Ormerod


La conocida tragedia shakesperiana de ambición y venganza es releída por la emprendedora compañía Cheek by Jowl. El mundo de fantasmas, brujas y apariciones del Macbeth tradicional se convierte en sombras y sonidos repartidos por el escenario. El negro predomina, la voz predomina, el gesto predomina. El escenario está limpio de todo lo superfluo y los actores visten un negro riguroso que ni la sangre manchará. La sangre, esos ríos de sangre que inundan Macbeth, se “miman” en vez de mostrarse. De este modo, vemos cómo Macbeth junta sus manos con las de su amada, las dos llenas de una sangre invisible que el espectador no ve pero siente. Paralelamente, las muertes en escena son de una delicada dulzura. Un gesto basta para dar muerte a Lady Macbeth y que ella misma se ponga de pie y desaparezca de escena con la levedad de una pluma.

La producción de Cheek by Jowl a optado por una Lady Macbeth que le saca una cabeza a un Macbeth cuya presencia es más la de un hombre débil y escuálido que la de el ambicioso Macbeth que no ha de morir a manos de hombre nacido de mujer. Es la sed de poder de ella la que empuja a su marido a dar pie a las muertes que lo conducirán al trono, lo cual supone una lectura totalmente razonable del texto shakesperiano.

Un par de escenas musicales suavizan el tragedión al que nos enfrentamos, a la vez que sirven para relajar al espectador y hacerle olvidar un poco lo negro de la escena y los sangrientos acontecimientos. Si bien el escenario es despoja de todo lo superfluo y el color es negado para fijar nuestra atención en la interpretación de los actores, la iluminación tiene un papel esencial como creadora de espacios. Eso sí, espacios limitados. Sólo luces azules, amarillas y blancas para escenificar el castillo, la noche y el bosque.

Nadie interpreta a las brujas ni al bosque, sino que la magia de la obra es representada bien mediante escenas corales o bien se obvia para acentuar la locura de Macbeth. Eso sí, el bosque, una vez que cobre vida, será el lugar donde Macduff, el no nacido de mujer, de por fin muerte al ambicioso Macbeth.

Macbeth

Espectáculo: Macbeth
Compañía: The Globe Company
Dramaturgo: Shakespeare
Lugar: The Globe Theatre, Londres
Fecha: 23/5/2010
Dirección: Lucy Bailey
Diseño: Katrina Lindsay
Reparto: Karen Anderson, Christian Bradley, Mciahel Camp, James Clyde, Nick Court, Ellito Cowan, ketith Dunphy, Julious D´Silva, Simone Kirby, Janet Fullerlove, James McArdle, Ian Pirie, Laura Rogers, Frank Scantori, Ken Shorter, Craig Vye.
A diferencia del Macbeth que vi en Brighton unos días atrás, éste es el Macbeth de Shakespeare en estado puro. No se trata para nada de una adaptación, sino de un Macbeth al pie de la letra sin olvidar un párrafo ni un suspiro, lo cual si se ve la obra de pie desde el foso puede resultar un poco desesperante, más aún si a eso le añadimos la dificultad que el verso del autor isabelino en inglés pueda tener para el espectador medio, y más aún para aquél cuya lengua nativa no sea el inglés. Aparte de eso, el que el teatro londinese The Globe, que es una reproducción del teatro de Shakespeare demolido por los puritanos en el 1644, siga poniendo en escena los textos de Shakesperare como se hizo en su época es de agradecer. Nada de música grabada, nada de luces, nada de tecnología. Interpretación y texto puro y duro es lo que tenemos. Aún así, eso no significa que no haya lugar para la innovación. En este caso, el elemento “innovador” era una tela negra colocada en el foso por cuyos agujeros los espectadores que veían el espectáculo de pie asomaban las cabezas, lo cual creaba un impactante efecto visual para quienes los contemplaban desde las gradas y hacía a los espectadores del foso sentirse más cercanos a la escena. Música en directo y sangre, mucha sangre, toda la sangre del mundo y cadáveres que gritan y vuelven del más allá. Un Macbeth casi gore, con toques de humor vulgar de la mano de un medio ogro medio bufón que intentaba relajar la tensión de la acción entre escena y escena. Las brujas eran horribles arpías y hechiceras. Esta vez, Macbeth llevaba el peso de la obra y dominaba totalmente a su mujer mediante ataques de pasión en medio de escena. Por su parte, Lady Macbeth hacía el papel de esposa correcta que alienta a su marido a conseguir sus objetivos y ayudándolo en sus momentos de locura. La música en directo y la aparición de los actores por cualquier rincón imaginable del teatro colaboraban a crear la atmósfera única del Globe londinense.

Öper Öpis

Espectáculo: Öper Öpis
Compañía: Zimmermann & de Perrot
Lugar: Barbican Centre, Londres
Fecha: 17 Enero 2010

Öper Öpis nos ofrece una mezcla de mimo, danza contemporánea, teatro y circo, sazonado con una dj session de la más clásica, y a un tiempo contemporánea, minimal music. Seis actores-mimos-acróbatas sobre una plataforma móvil a modo de plano inclinado que se balancea hacia un lado u a otro según la posición de los actores. Además de ellos, Dimitri de Perrot, creador y director de la compañía, hace las veces de dj cuya obra musical ilustran los acores.
Seis personalidades distintas para narrar, una vez más, la consabida historia de la búsqueda infructuosa de uno mismo a través de las relaciones interpersonales. Nuestra soledad, nuestros retos, sueños, deseos, la búsqueda incesante del sentido del “yo” contada con acrobacias y danza contemporánea. Una flexible chica-chicle vestida de amarillo, una mujer gorda en su vestido rosa, una pequeña saltarina y tres chicos: el gordito, el chulo de discoteca y un protagonista más o menos corriente, más o menos neutral. Todos ellos se mueven de un lado a otro inclinando la plataforma, jugando con el atrezzo, saltando y bailando. Toques de humor y ritmo para convencer a un público que tienen en la palma de la mano al final del espectáculo.